martes, 26 de mayo de 2009

Tres rojillos que, a pesar de su tamaño, no tienen desperdicio

El día de hoy (26 de mayo del 2009) está retacado de múltiples oportunidades para comentar la actualidad. Ello no es óbice (esta expresión la usa el Licenciado para mostrar que en efecto lo es) para escribir sobre otros temas, que no tienen ni medio pelo de noticioso. La testimonial que en esta entrega se desahoga hace referencia a tres grandes pequeños. No los juzgue por sus dimensiones ni por la controlada extensión de su contenido. Las pastas rojas de estos chaparritos de la literatura anuncian la delicia de su contenido y la fascinación de su lectura. Aquí las palabras que sobre ellos tienen, el Licenciado... y la Licenciada también.

El primero de ellos es un regocijo. Si a Ud., estimade y lecturose lectur, le dio por la profesión de la abogacía no puede perderse la lectura de este ensayo-ponencia de Claudio Magris. El triestesino que lideró encuestas y todas las quinielas para ganar el nobel del 2009, nos sumerge en una espiral de sesudas reflexiones aderezadas con frases matonas que muestran las tensiones entre lo mero justo y lo justo por forma (entre derecho y ley) tejidas por una aproximación que nos prestan la literatura, la filosofía y la poesía. No se lo pierda, pus además trae prólogo de Fernando Savater. Se agradece a Sexto Piso su publicación.


También merece su mención el trabuco llamado La Imaginación al Poder. Este diminuto libro contiene grandes entregas de esas criaturas que nos receta el mundo de las ideas. Lo que uno se encuentra ahí va desde narraciones en primera persona sobre las acusaciones de prochinos a les habitantus de las comunas, hasta espotáneas confesiones sobre la coartada ideal para la movilización masiva. Si se presta a su lectura, comprobará que La Imaginación al Poder recorre las tripas de una movilización inspirada en el cuestionamiento al modelo educativo y la resistencia a seguir contribuyendo a la construcción de una sociedad jerarquizada. A 41 años de ese mayo, tan sólo como él, que nos revienta los pulmones de envidia por no haber sido parisino y estudiante, Argonauta pone en los anaqueles de las librerías las reflexiones de lo que Sartré llamó, la expansión de la dimensión de lo posible. Lo decían las pintas: seamos realistas, pidamos lo imposible.

Dejamos para el final una recomendación para les denses, denses. Si le viene bien, distinguidísime lectur, el tema de Kant, preste atención. Si a Ud., le gusta, le agrada, le simpatiza, si le va bien la inigualable genialidad abstrayente de Marx... uy. La mezcla nos pone en situación inmejorable. De la pluma de Oskar Negt -con todo el saber a la escuela crítica de Frankfurt- nos llega la colisión de las dimensiones kantiana y marxiana. Si bien no alcanza que uno le cuelgue el mote de instrumento de divulgación, tampoco alcanza a ser excluyene para personas no iniciadas en los temas. El licenciado... y la licenciada también, le mandan decir que no deje por favor de leerse este pequeñín de la casa editorial Trotta que en el nombre lleva la fuerza de su convocatoria: Kant y Marx. Un diálogo entre épocas.

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