domingo, 30 de marzo de 2008

Se armó la gorda, fue culpa de Dante

Como se dice, ahora sí se armó la gorda y la culpa es del Senador Dante Delgado. Anda la "izquierda" electoral tan alocada con aquello de la privatización de PEMEX que los nervios se les ponen de punta. Que ármate un mitin, que todos al zócalo, que las brigadas, que el cerco en los aeropuertos y carreteras, que qué se yo. Total que como Mouriño y Felipillo se andan gastando nuestros sacrosantos impuestos en inserciones televisivas muy emotivas, pues Dante se dijo "Dante, haz lo propio".

Así, ahí va el mentado "seneitor" corriendo a las instalaciones (es en sentido figurado) del Ajusco a contratar sendo tiempo aire y no para su celular unefon, sino para el Frente Amplio Progresista y en Televisión. Y sácate! que la acción del veracruzano va levantando tremendo escándalo, en un momento en donde uno no puede gastarse las energías en varios frentes. Porque mire, estaba el pueblo en tremenda batalla ideológica por echar a Hugo Sánchez de la selección después del fracaso del preolímpico y los más capaces cubriendo al mismo tiempo el boxeo de sombra contra la privatización de PEMEX y tratando de entender el ajedrez frauduelectoral del PRD, cuando sale Dante con su puntadota de traer más ruido. Ahora ya está el IFE-policía bien puesto para las sanciones, Salvador Rocha Díaz (abogado de Azteca) dice y dice cosas y el Frente Amplio Progresista haciéndose unas bolas que pa' qué le cuento.

Si no está entendiendo nada, no se preocupe, por que todavía le puedo confundir más, pues la historia en realidad se remonta a la reforma en materia electoral y a los cambios a la Constitución, de forma muy especial al artículo 41. Total que mire, el zafarrancho inicia así. Imagine que está Ud. en su casa muy tranquilita/0 viendo la tele cuando de repente al cambiarle de canal (no quiero pensar que Ud. suele ver TVAzteca) se topa con el siguiente "spot"

Así que ya va Ud. agarrando el hilo. El merequetengue se arma precisamente a raíz de que en las televisiones mexicanas apareció ese mensaje (nada más 17 veces). En lo político la cosa se pone color de hormiga, por dos sencillas razones. TV Azteca se negó a recibir las pautas que el IFE envío y que tendrían que ser difundidas en los tiempos oficiales, lo que la tiene enfrentada con el arbitro de la cosa electoral y los representantes de los partidos en su seno. Segunda, los partidos acaban de encarnizar una batalla semi violenta contra las televisoras estableciendo restricciones a la contratación comercial. Acto seguido, Dante va y contrata unos spots.

En lo jurídico (que en gran medida nutre a lo otro) está el reto de sancionar a TV Azteca por negarse a difundir los mensajes correspondientes a los tiempos oficiales (el Comité de Radio y Televisión del IFE ya anunció el inicio de un procedimiento) y las restricciones para los partidos políticos para contratar con las televisoras recientemente incluidas en la reforma constitucional. Total que la cosa está tan confusa y tan huele a puro peligro que apenas se enteraron de la difusión de los "spots" con la convocatoria al zócalo, ya estaban los representantes de los partidos que integran al FAP diciendo que ellos ni sabían de qué iban. Deslinde puro. Casi que a la usanza de los civilistas, que por ser hechos de terceros y no propios ni lo negaban ni lo afirmaban sino todo lo contrario.

Así andaba la cosa, con los "spots" apócrifos. Firmaditos al final con la leyenda Frente Amplio Progresista, pero en el IFE los representantes de esos partidos, diciendo que nel. En Cámara, lo mismo, PRD, PT y Convergencia diciendo que nada, de los "spots" ellos nada. Y Porfirio Muñoz Ledo inventando que era una cortina de humo. La confusión se estaba poniendo grosera y en el PAN y el Verde hasta desafiantes se pusieron, cuando abren la bocota en TV Azteca para decir que había sido Dante quién los contrató. El mismo Dante confesó de parte y con ello apareció la bolita.

Pero ahora lo que sigue es determinar si se violó o no la Constitución y el COFIPE. La defensa banquetera del FAP se basa en los siguientes argumentos: el FAP no es un partido político, no son periodos electorales y la convocatoria fue para un fin distinto al electoral, político, pero no electoral. La acusación, también banquetera, es que la Constitución lo dice bien clarito:

"Los partidos políticos en ningún momento podrán contratar o adquirir, por sí o por terceras personas, tiempos en cualquier modalidad de radio y televisión."

Ya veremos el rumbo que toma esto. No será fácil determinar la relación del FAP con los partidos, su naturaleza como tal, la personalidad jurídica del contratante, de dónde saldrán los dineros para pagar, el perfil de las responsabilidades a determinar, a quién se sanciona y por cuánto. Por lo pronto tremendo lío se armó y fue culpa de Dante.

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