domingo, 6 de abril de 2008

Una sobre buen gusto, la Campaña contra el Analfabetismo Jurídico y el Teletón

En estos días estoy tenso. La suma de responsabilidades históricas me está rebasando. Una de ellas, el futuro de la Campaña Nacional contra el Analfabetismo Jurídico Funcional. Las cuentas con las televisoras por los spots, el brindis en el Castillo de Chapultepec, las conferencias de prensa. ¡Cuánto estrés! Precisamente en resolver estos problemas estaba ocupando mis esfuerzos intelectuales cuando mi secretario (o asistente privado) me llamó al Nextel. Educado en excelentes colegios del Opus Dei, donde gracias a generosas becas le enseñaron que el trabajo es el camino a la santidad, Josué Juan es prudente y asertivo. Es sumiso y porta el uniforme con elegancia y sin pena. No sólo habla español, también francés e inglés y come con los cubiertos que hasta parece rico de segunda o tercera generación. Tiene un criterio bárbaro. Vamos, si tuviera 15 centímetros más de estatura, ojo claro y no hubiera nacido en condición indígena, podría haber sido socio de Baker, Deloitte, PricewaterhouseCoopers o cualquier otra firma poderosa. Créanme que no exagero cuando digo que es una joya, al grado que cualquier señora copetuda de Polanco o Interlomas se moriría de la envidia por tenerlo.

Me estoy desviando de la razón de este post. El punto es que recibí la alerta en el Nextel (el black berry se me había quedado en la camioneta, por eso no contestaba) y Josu me dijo que estaba al teléfono el señor Lorenzo Servitje. Como últimamente traigo el criterio que parezco diputado de Nueva Alianza o diputado a secas, que le acepto la llamada. Joju (a veces le digo Josu, a veces Joju) me enlazó. Ya enganchado en el teléfono me puse a las órdenes de don pan bimbo. Total que el viejito me hablaba para comentar sobre la Campaña contra el Analfabetismo Jurídico y de paso preguntarme qué relación guardaba la mencionada Campaña con el “Teletón”.

Al principio no entendí. Y mire que al Fer (Fernando Landeros) lo conozco, lo admiro y lo quiero a la buena pero hemos decidido seguir caminos separados. Hombre de negocios como es, Don Lorenzo se ahorro el circunloquio.

Mira Mí-qui –se arrancó- se trata de comprarte tu Campaña. Sabemos que del Teletón te van a buscar pronto, y aunque somos los mismos, en realidad te hablamos por que vemos mucho potencial de negocio contigo. Yo me estaba jugando la corbata Hermés amarillo huevo y acomodándome el saco Zegna azul rey de escocia (combinación marca-colores que tomé de una revista GQ, a la que le agregué una camisita Adolfo Domínguez que leí en Internet era la favorita del esposo de la infanta Leonor de Borbon) mientras escuchaba. Inspirados -continuó el zar del pan de caja- en el modelo de fusión de Microsoft con Yahoo hemos pensado que es momento de abrir otro frente legal para no pagarle impuestos al gobierno ineficiente y hacer algo directamente nosotros por el país. Sería algo tipo Tienes el valor o te vale , que mezcle la educación en valores con los beneficios fiscales.

En ese momento empecé a elucubrar millones de alternativas para la Campaña. El trato es el siguiente -me dijo- te dejamos regalías anuales del 2% de los analfabetas rescatados. Es decir, estos sujetos quedan a tu disposición profesional con la libertad de pagarles hasta 5% más del salario mínimo para el Distrito Federal. Segundo, nosotros te garantizamos la asignación de hasta el 1% de todos los contratos colectivos de protección de nuestras empresas, más la posibilidad de darle seguimiento al 3% de las contrataciones por honorarios y sin derecho a prestaciones que se hagan de aquí a 10 años. Tercero, puedes llevar algunos de nuestros casos por contratación ilegal de Spots en televisión durante periodos electorales. Créeme que serán muchos Mí-qui.

Tomó un respiro, pegó un insulto a alguien que claramente tenía enfrente y regresó a la disertación. Hasta podríamos hablar con Ricardo Salinas para que le lleves un par de asuntos de violación a leyes del mercado de valores y demás cosas creativas que la da por hacer. Algunos casos de Slim por prácticas monopólicas, negativas a interconexiones o incluso de José Antonio Fernández, quién también disfruta la polémica en casos de competencia.

Si bien el tema de incorporarle una visión de negocios tan descarada me desajustó un poquito, la verdad es que el potencial lucía seductor. Te conviene -siguió don bimbo- seguirás siendo el encargado de la Campaña, aunque ahora también habrá un patronato. Los beneficios rebasan cualquier escenario que hayas imaginado –dijo, con tono socarrón. Tendrás una vida pública más activa, pero eso sí, tienes que dejar de vestirte como modelito de catálogo Otoño-invierno de Sears.

Bueno, bueno, cómo le explico que cuando oí esto casi me quería comer el Nextel. No me ví la cara, pero le aseguro que la tenía roja, roja. El corazón me empezó a latir de forma violenta. Me empecé a revisar con la mirada la ropita que traía puesta recordando cuánto pagué na’más por el retaso de tela hecho en Filippinas y con etiqueta Adolfo Domínguez.

Mi-quí, tu no sabes lo que hay esperándote -me emplazó. Entrarás a fiestas donde se habla de caballos, coches, viajes, platillos y compra venta de la vida de miles de personas. Bueno, en realidad de empresas y de proyectos de alto impacto social –risita de culpa. Y todas esas personas de excelente gusto, y uno que otro snob, sin ofender, pagarán entradas de varios miles de pesos. Yo seguía tan trabado con el tema del modelito de Sears que la acusación de snob me pasó de noche.

Con los fondos obtenidos en esas fiestas de gala y glamour –siguió, mientras le imprimía cierta emoción al argumento- podrás comprar cientos de códigos civiles, penales, laborales, mercantiles, de todos, hasta constituciones e irás a regalarlos a escuelas de derecho pobres o para pobres. Esos desgraciados andan ahí por la vida estudiando leyes sin acceso a ellas. ¡Qué país! -dijo ya con tono de molestia. Con las ganancias de la cena y con un poco de suerte hasta te podría alcanzar para comprar unas bicicletas y podemos darle un giro a la Campaña. A estas alturas yo me veía los zapatos, pensando si combinaban bien con el pantalón. Chingaos, pensé, se usa o no la maldita valenciana. Y el viejito seguía en su discurso para convencerme. Cómo no se me había ocurrido antes –dijo casi gritando y con la emoción a tope. Esto de las bicicletas podría ser para indígenas del estado de Morelos, no sólo Morelos, incluso Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz hasta Guerrero y Michoacán. Con las bicis estos sujetos podrían llegar todos los días desde sus pueblos hasta la facultad de Derecho de la UNAM. No, mejor no. Mejor que en la UP haya un turno nocturno especial para ellos y hasta les pueden dar clases los propios alumnos. Matamos dos pájaros de un tiro, el recurso es escaso y es complicado pagarles profesores, usando a los alumnos nos ahorramos ese gasto y sirve que se sensibilizan sobre los problemas que por asunto de raza tienen los indígenas para aprender.

La emoción lo tenía desbordado. También podríamos armar brigadas y en semana santa los universitarios podrían ir a dar clases de derecho de familia, tú sabes, protección jurídica del no nato, vínculo hombre-mujer y protección jurídica de los valores de nuestra sociedad. Formación natural de la familia. El derecho a la educación católica en las escuelas públicas. En fin, tú me entiendes Mi-quí. ¿Qué dices?

El soliloquio estaba acabando y yo seguía sumergido en el asunto del folleto Otoño-Invierno de Sears así que sólo se me escapó un: déjeme pensarlo. Hay algo que quiero aclarar -se arrancó de nuevo- a la Campaña le vamos a cambiar el nombre y será Cruzada (hace más referencia a nuestros valores y tradición en un país mayoritariamente católico) Moral (lo de nacional suena a cosa del Peje) contra el Analfabetismo y el Anacronismo (así como no saber, también las malas creencias hacen daño, ahí están las restricciones a la inversión privada en petróleo, la necedad del estado paternalista que subsidia, los temas laborales y de propiedad comunal de la tierra que son aberraciones autoritarias del pasado, por ejemplo). Lo de funcional se lo quitamos por que no se entiende bien a qué se refiere. Para cerrar, esto urge.

Con eso acabó la conversación. Está Ud. de acuerdo que fue una llamada extraña. Me quedé pensando: tengo tantos problemas, cómo si necesitara estos dilemas. En mi cabeza seguía retumbando, Otoño-invierno, Sears, modelito, Sears, snob, tienes que dejar de vestirte, modelito, Sears. Qué espanto. Y con el pensamiento retacado de dudas me surgió una nueva ¿El nudo Windsor aún se usa o es de clasemediero pretensioso? Salí corriendo a comprar una revista Hola no'mas pa' sondear y descansar, por lo menos, de esa angustia. Iba a toda velocidad en la camioneta cuando me desperté. Me levanté de un salto de la cama y salí corriendo a preparar café. Ni de pedo me vuelvo a acostar, pensé, capaz que me duermo otra vez y ahora entra la llamada de Fernando Landeros.

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