La memoria es un dulce placebo, dijo Zulema Reyes Alducin. Mujer de convicciones, se dio a la tarea de pasar desapercibida con obsesiva disciplina a pesar de que su talento y su belleza eran descomunales. A mediados de los 70's agarró sus chivas y se fue a estudiar a Oxford. Un señor de malos modos, llamado Ronaldo y apellidado Dworkin, le revisaba los escritos. Un vejete, de esos necios que alcanzan la fama en parte por culpa de su cerebro y en parte por culpa de sus manías, y que al mundo le ha dado por llamar H.L.A. Hart, tenía la gentileza de leer sus borradores para hacer sugerencias. Con una pluma sin igual Zulema procesaba los comentarios y las críticas. Las atendía, cuando a su juicio eran atendibles, y las mandaba al diablo, cuando la "bilis intelectual simplemente se lo pedía".
Estudió Derecho en la Universidad Nacional, pero antes de eso pasó por los fríos salones de un High School en Wisconsin. Admiradora de los Vikingos de Minnesota (sólo por llevar la contra) fue "chirlider" y al volver a México disfrutaba como nadie los clásicos Politécnico-UNAM. Liberal, feminista y fanática de los deportes, los más atrevidos sugieren que tuvo un enredo de sabanas con Diego García Miravete. A saber. El Licenciado... y la licenciada también, quieren rendirle homenaje a la Dra. Zulema, hoy precisamente que es el día de quién sabe qué santa, pero seguro no el de ella (¿Zulema es nombre de santa?). Hoy que no es su aniversario luctuoso ni tampoco el de su natalicio. Hoy que en el mundo están pasando cosas absolutamente desconectadas de su vida. Pa' pronto, sirvan estas 10 frases elegidas de un amplísimo repertorio para compartir con el mundo la sabiduría de esta gran jurista:
1.- Si en la sentencia te dan la razón, ganaste el caso, si se la dan a tu adversario, lo perdiste.
2.- Amparo sin sentencia, sigue en trámite.
3.- Si un secretario de estudio y cuenta te pide dinero, o es corrupto o es tu esposo.
4.- Más vale un juicio ordinario civil, que un pinche civil ordinario.
5.- Abogada ¿vamos a ganar el caso? Después de leer la sentencia le digo.
6.- Un poder judicial más justo y accesible es viable, pero de qué comemos los abogados.
7.- Qué malos son los abogados que se desgastan tanto preparando el ofrecimiento de pruebas, cuando el quid es un buen ofremiento de lana.
8.- Créame, nunca he perdido ninguna demanda de amparo, las guardo en un cajón con llave.
9.- El derecho es como una mentada de madre, a todos nos molesta, pero a cada rato la usamos.
10.- Claro que puedo explicarle en palabras sencillas lo que hice, pero entonces pensaría que no necesita mis servicios.
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