sábado, 31 de enero de 2009

Los banqueros, la seguridad jurídica y la noción de legalidad. Parte 1 de las que salgan

Se le atribuye a Berthol Brecht (ya en forma de pregunta, ya de afirmación, ya en un sentido, ya en otro) la siguiente idea: es más delito fundar un banco que robar uno.

En días aciagos y de crisis, no nos queda más que confirmar tal idea. Y mire Ud., atinade y profunde lectur, que bien lo dice la sabiduría popular: cada quién habla como le fue en la feria. Y sí, la semana pasada tuve un quiénvive con un banco -que ya contaré en entregas más futuras que pasadas. Ahora, que no hay manera de que a uno le vaya bien con ellos, de plano no la hay.

Va aquí un breve relato, del que cabe aclarar, que cualquier parecido con la vida real... es que no estamos tan brutes pa retratarla, pues esa es la intención.

Camina Ud. tranquilamente un día cualquiera, estrenando sus zapatos de charol, por las sinuosas banquetas de Insurgentes, esquivando vendedores de atole y tortas de tamal, jugueros, demás obstáculos y transeúntus. Mira el reloco y va en tiempo, no hay angustia matutina. De pronto, así de la nada, se le aparece una persona que con lujo de imprudencia le agarra la mano (en gesto de saludo), le estorba el paso y le dice: ¡Buenos días! ¿Cómo está? Mi nombre es Perico de los Palotes...
y lo primero que uno piensa es: ¿Onde lo conocí? Pus no lo recuerdo. Le sujete en cuestión luego le retaca un: ¿Ya conoce Ud. la tarjeta blindada de pagos automáticos, 4 velocidades, con aromatizante a guaraní, rascahuele y propiedades afrodisíacas? ¿No le interesaría tener una? Uno que es educado le dice: !Por supuesto que no! ¿Sabes lo que le hicieron los bancos a la economía de mi familia en el 95-97? ¿Quieres que hablemos de eso? ¿Tienes tiempo para escuchar lo miserables que fueron los banqueros con el Fobaproa? Y Perico de los Palotes, que no sabe qué es el Fobaproa, nos devuelve el paso.

O, esta otra imagen. Está Ud. en su casa un domingo. Pero no uno cualquiera, es precisamente ese domingo después de que se le ocurrió mezclar vodka con destilado de pitaya, aguardiente, no fuma y fumó puros la concordia (y en cantidades maniáticas) y, pa' bajarse los efectos, fue a comerse unos tacos al Borrego Viudo a las 6 de la mañana. Cualquier ruido es un escándalo y su cabeza es un globo al que le falta el último soplido para que reviente. De pronto suena el teléfono y se da el siguiente diálogo:

-Buenos días, el Sr. Licenciado...
-A sus órdenes, y la Licenciada también... contesta une con lo que le queda de cerebro.
-Buenos días, mi nombre es Perico de los Palotes y le estoy hablando del Banco Atormentil del Bajón para ofrecerle la tarjeta de crédito Xpuria, sin límite de gastos y con sólo una comisión prorrateada entre la vida suya y la de sus hijos. Además, esta tarjeta tiene una tasa preferencial de dos veces la del banco más inépto de la competencia, multiplacada por tres y quitándole el número que pensó. Esta tarjeta le ha sido preautorizada, debido a su excelente historial de crédito.

Y aquí une con lo que puede de fuerzas le ataja.

-Mire joven, yo jamás le dí a Ud. mi teléfono. Por qué no me da su número y yo le marco un día, en el peor momento posible, sólo para saber si Ud. también es capaz de experimentar el mismo odio por mí que en este momento yo siento por Ud. ¿Qué opina?

Qué tienen los bancos que los hacen tan, tan... tan ellos. Primero, son unas bestias mercantiles que juegan con la asimetría de información (por una parte) y con la asimetría de poder (por otra). Una vez se me ocurrió ponerme a leer todo el contrato de apertura de una chequera. Debo confesarle que el móvil de esa acción no era tener los elementos de juicio para expresar mi voluntad sin vicios del consentimiento, sino propiamente, ponerle de punta los pelos a la señorita que me atendía.

Pero, vamos, firmar cualquier cosa con un banco no es un acto jurídico que confirme la voluntad libre de las partes que lo suscriben. Es un pinche acto de fe o, más propiamente dicho, un trato cruel, inhumano y degradante. Para empezar, la letra es un despropósito, chiquita, chiquita, chiquita. Después, la extensión, largo, largo, largo. Luego los terminajos, raros, raros, raros. Luego la señorita o el fulanazo que le ponen a uno enfrente, amargade, amargade, amargade. Digo, pus así cómo.

Pero lo grave es que en este país tenemos una banca profesionalmente ineficiente, abusiva y, para colmo, mantenida. Los bancos nos cuestan millones a les contribuyentus. Se nos dijo que la competencia era buena para la vida financiera del país, resultado: ¡naranjas! Los bancos son un vivo ejemplo de las insuficiencias (o peor, de la perversidad y de las desgracias) de dejarle cosas importantes al mercado (y el tarado de Greenspan con su idea de la autorregulación y nosotres de menses imitándole). Yo no sé si los necesitamos realmente, pero el Estado es complice de esta construcción de condiciones estructurales que los hacen cada vez más indispensables hasta en los actos más sencillos de nuestras vidas. ¿Cuál es tu banco? No pus no tengo, yo le vengo manejando lo que viene siendo puro efectivo. ¿Tú cuál usas?... ¿Tú cuál usas?... ¿Tú-cú-al-u-sas?... ven, ya ni nos contestan, no existimos.

Los bancos también son un punto de quiebre de la noción simple de legalidad. Hacen lo que quieren amparados en la Ley y cuando la violan, su poder es tal, que no hay manera de enfrentarlos en condiciones razonables. El Estado les tiene miedo, y los mira de reojo. Los deja operar en una suerte de paralegalidad, en la que sus usos y costumbres son más poderosos que lo que diga la Ley. Une puede llegar con el Código Mercantil, la Ley de Instituciones de Crédito o la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en la mano y decirles: mire aquí dice que mi cheque será siempre padadero a la vista, bla, bla, bla... y nos van a decir: nel, no se puede. ¿Por qué? Pues por una circular que firmó un burocráta en donde dice lo contrario. Así las cosas... circular mata ley. Al contentillo de las decisiones de sus altos mandos nos tienen. A la Asociación de Banqueros de México le fascina el discurso de la seguridad jurídica... pero de este otro lado de la ventanilla vemos cómo la pisotean.

En próximas entregas, el Licenciado y... la Licenciada también, abordaremos los siguientes tópicos: ¿tienen alguna responsabilidad social los bancos que andan dando tarjetas al por mayor y a quién se les atraviese? ¿cómo pasamos de aquellos años en los que había que llevar la fe de bautismo y la prueba de que teníamos un tío con 500 lingotes de oro que nos respaldaba, a estos en los que si une es desmpleade es mejor candidate a tener una tarjeta de crédito? ¿violan la ley los bancos cuándo compran bases de datos para fastidiarnos los domingos? ¿la violan al hablarnos? ¿la regulación legal de las comisiones y las tasas de intereses es perversa para el mercado? ¿algún día los bancos dejarán de prestar para el consumo y prestarán para la inversión productiva?

Y estas otras ¿por qué los errores que cometen los bancos se ejecutan en 15 minutos pero resolverlos les cuesta 45 días hábiles? ¿por qué los trámites que uno quiere hacer en sucursal son por teléfono y para los que une necesita hacerlos por teléfono hay que ir a una sucursal? ¿por qué para ofrecer servicios todes dicen -soy fulane de tal, del banco tal -casi como si fueran representantus legales con poderes amplísimos- y cuando uno requiere que le resuelvan algo nadie tiene esa función? ¿por qué las y los cajeros se ponen a hablar entre sí sentados con el letrero de ventanilla cerrada? ¿no se dan cuenta que son candidates a linchamiento? ¿por qué siempre hay menos ventanillas abiertas de las que se necesitan? ¿por qué los cajeros automáticos siempre andan tratando de meternos un gol con algo? ¿Poooooooooor qué?

Pero si Ud. queride lectur, tiene algo más que contarnos adelante, por favor...

domingo, 18 de enero de 2009

Calderón renuncia a la Presidencia a causa del fraude electoral

La memoria del 2006 es agria. El voto por voto, casilla por casilla fue un grito que cimbró la estructura autoritaria y el débil sistema electoral mexicano. Total que con un manto de polémica encima, Felipe Calderón Hinojosa se convirtió en el segundo presidente blanquiazul de la historia patria.

El tema ya estaba semidormido, cuando esta semana desde otras coordenadas (tanto políticas como geográficas) nos llega una noticia que, aunque sea para el imaginario y como vil placebo, suena lindo repetir:

Calderón renunció a la presidencia. Con lágrimas en los ojos dijo adios, que nada de lo que se le imputa es cierto, pero que aún así se va.


Pero no se emocione (o no haga muina, dependiendo su sentimiento político) estimade lectur. Del Calderón del que hablamos es del (ex)presidente del Real Madrid.

martes, 13 de enero de 2009

Futbol y el interés superior del niño y la niña. ¿Sería posible un enfrentamiento entre la FIFA y el Comité de los Derechos del Niño?

La vida está llena de enigmas y preguntas relevantes pero de díficil respuesta ¿Cuál es el número promedio de granos y espinillas que le salen a un joven de la región de Coatzacoalcos, Veracruz, entre los 12 y los 19 años? ¿Es mayor o menor que el número que le salen a las mujeres que viven en la periferia de Izhuatlán del Café? ¿Ambas tendencias han cambiado con el tiempo? ¿Cuántas personas fueron registradas con errores de ortografía adjudicables a los secretarios del registro civil de Cadereyta, Nuevo León entre 1982 y 2007? ¿Cuántas personas en los estados de Michoacán, Quintana Roo y Tamaulipas cuyo nombre empieza con W saben deflactar y cuántas que nacieron en septiembre de 1977 en Toluca, Ciudad Sahagún, Guaymas y Tlalnepantla tuvieron una novia cuyo nombre empezaba (o empieza) con K? Con franqueza, así me podría seguir hasta el infinito, sino fuera porque de por sí ya nadie lee este blog -como para hacerlo más aburrido- y porque mañana tengo una reunión temprano y ya me quiero dormir.

Así, entre todas estas interrogantes que alguna vez han cruzado mi morena cabeza hay una que le quiero compartir y da título al post ¿Qué tienen que ver el futbol y el derecho internacional? La verdad sea dicha, no lo tengo muy claro. Pero le tengo aquí, estimadérrime lectur haciendo este esfuerzo de concentración pues en diciembre leí una noticia que me puso a imaginar tensiones, colisiones, nuevas batallas jurídicas y pronunciamientos de la comunidad jurídica internacional y del mundo de los Derechos Humanos. Mi pregunta detonadora surge de la puntada de Arsene Wenger y el club de futbol Arsenal (su empleador) quienes quieren fichar a un pequeño de 15 años de edad. El muchacho es brasileño y se llama Wellington (¿a poco no 'ta chulo el nombre?).

Pero ¿Se puede contratar a un joven de 15 años? ¿No hay Ley del Trabajo en Inglaterra o edad mínima para poder contratarse? ¿Qué significa llevarlo a vivir a otro país y hacerlo firmar -a los 15 años- un contrato por los próximos, dígamos, 5 años? Póngale Ud. más emoción a la cosa. Imagine que Ud. es el padre de Wellington y que el sistema capitalista lo ha hecho violentamente una de sus víctimas favoritas y es Ud. una auténtica pieza de exposición de lo que la exclusión social significa. Sumado a ello, de conciencia de clase ni hablamos, a Ud. esa condición de pobreza le parece injusta y una mala pasada, pero aquello de la desigualdad estructural de plano ni le suena. El sistema es injusto porque Ud. es pobre y le tocaba ser rico. Sólo por eso, así que remediada esa canallada, pus el cosmos estará balanceado.

Y ahí está Wellington, en un entrenamiento en las fuerzas básicas del Fluminénse. Y Ud. le mira, con esa gracia que tiene para la gambeta, esa potente pierna izquierda y esa educada pierna derecha. Wellington es, pa' colmo, rapidísimo mentalmente. Se saca de la chistera las soluciones más ingeniosas, distribuye el balón que arranca baba. Remata de cabeza que le tendrían que hacer un espectáculo en Las Vegas sólo para verle ejecutar esa técnica. Y mientras Ud. le mira, sus manos juegan esa hoja membretada que le dejó Sir Robert Thompson, enviado del Arsenal y que contiene una oferta millonaria por su hijo. A su mecha, piensa Ud., ahora sí, lo tendríamos todo: joyas, drogas, casas, autos, mujeres. La nobleza de ese futuro lo tiene ilusionado, cuando de pronto una imagen le rompe la insipiración, es la voz de Wellington rogándole: papá, ya no quiero ir al futbol, antes me divertía, cuando era un juego. Y otra más, el dulce Wellington jugando con sus muñecas a que son bailarinas del ballet alegofolclórico de Curazao de los Guaranás. Y una más, pum: Wellington feliz leyendo poesía y escribiendo en su cuaderno viajes imaginarios a hermosos járdines botánicos. Traca, otra: Wellington explicándole a su amigo Claudio do Santos lo hermosa que es la polinización de la abeja custolar de Tecajuamalco, Yucatán en México y cómo él quiere dedicar su vida a estudiar la naturaleza.

Tons ¿mudanza o no a Inglaterra? ¿Tiene algo qué ver el interés superior del niño? ¿Hay algo en la Convención que nos de luz? Todos los niños con condiciones para jugar futbol profesional ¿Lo tienen que hacer? ¿Las estupidas cantidades que ofrecen no son un incentivo perverso para que la familia le pase encima a cualquier otra vocación y terminen convenciéndolo de que siempre quiso ser futbolista y mantener a una bola de zatrapas, ranflos y arrastrados casi siempre todos pertenecientes a su familia? ¿Cómo la ve? ¿Hay caso o ya veo piojos en la calva de mi abuelo?

Aclaración: el de la foto es Coutinho, un chico pretendido también por clubes españoles. El licenciado es medio bestia para buscar fotos en Internet y no encontró una de Wellington (aparecían puras de la capital de Nueva Zelanda). Como quiera deben parecerse harto esos dos chamacos.

Nota de actualización: me escribió la colega Andy de la Barrera al siguiente tenor:
Agh!! No pude ni leerlo qué con esa foto!? Espero al siguiente post...como el Licenciado y la Licenciada tampoco, quieren perder este perfil de fines y delicades lectures, cambiamos la imagen que ilustra el acné juvenil. ¿Volverá Andy?

viernes, 9 de enero de 2009

El buen Kanouté. Una de libertad de expresión, censura y futbol

Póngase Usted a imaginar, estimade lectur, que un buen día se le afinan las patas de tal forma que le resultan casi, casi tan nobles como sus brazos (esto es bueno, claro está, suponiendo que goza Ud. de meridiano control de sus extremidades superiores). Siga imaginando que, entonces, lo reclutan en un club de futbol, que le pagan miles de euros por correr como gacela del discovery channel y que -Ud. que por gozar de buena condición atlética no carece de cierta noción intelectual- se entera que los partidos en los que participa son transmitidos a millones de hogares en todo el mundo.

Con este telón de fondo, un buen día, cuando el mundo está de la tuna, le entra a Ud. una jiribilla de esas que los sicólogos de mi pueblo aún no han bautizado, no por otra razón, sino porque no la han estudiado y probablemente la desconozcan. El punto es que Kanouté, moreno delantero del Sevilla del futbol español y que naciera varios años atrás en Malí, tras marcarle un gol al Deportivo se levantó la camisa del uniforme. El acto semidesnudista fue hecho, según me dijo el Licenciado, no para mostrar su abdomen de modelo de infomercial de abstrainer, sino para mandar un mensaje por la vía de una camisa con una linda leyenda. La playera -remera, en otras latitudes- decía: Palestina (y otros trazos en árabe que todavía no sé qué dicen, aunque supongo que lo mismo).


Y resultó que el Comité de Competición de la RFEF (que seguramente no fue elegido democráticamente, que son monarquistas y que, además, apuesto lo que me queda de sensatez a que son una bola de machos blancos, mayores todos de sesenta años) me lo va sancionando con 3,000 euros. Así, primero, como si en Palestina no pasara nada y, segundo, como si el Kanouté no tuviera un resto de ampollas y el consabido pie de atleta como resultado del sufrido esfuerzo para ganar esos 3,000 euros.

Total que, poniéndonos 30 segundos serios, de plano me pregunté si el régimen especial de privación de libertades cívicas más esenciales que viven los futbolistas tiene algo de censura o de irregular. La mera verdad, sepa la bola y como estoy en el último día de vacaciones no me quise poner a reflexionar. Pero le dejo aquí tres ideas que me saltaron.

1.- Fíjese cómo los dueños (siempre son hombres) de los clubes les pueden colgar en el pescuezo a los futbolistas la marca que se les venga en gana, qué más da que se trate de una compañía petrolera que está acabando con medio planeta o de una empresa transnacional que apoyó alguna dictadura militar en un país del cono sur. El persigue pelotas se tiene que quedar callado y tendrá que posar sonriente con el letrero del gentil "esponsor".

2.- Y no ha visto Ud. fine y distinguide lectur, que luego hasta las directivas de los clubes los hacen salir con pancartas en apoyo a causas nobles y hasta pedir que cese la violencia o los secuestros (como pasó en México).

3.- Aaaah... pero si lo hace sólo, toma chango tu banana: 3,000 euros de multa.

martes, 6 de enero de 2009

Los nuevos Juzgados especializados: las prisas que inspira el miedo.

Andabamos leyendo el periódico (málditas costumbres) y nos topamos con la noticia de los 6 nuevos juzgados especializados en cateos, arraigos e intervenciones de comunicaciones, la primera joyita de la reforma judicial malograda para modernizar el sistema penal de este país (el Licenciado dice que pa' cuándo anuncian la creación de siquiera uno especializado en detención de feos, pobres y rijosos). Carlos Avilés (el reportero de la fuente judicial en El Universal) los bautizó como "juzgados virtuales". Aquí un fragmento de la nota del propio Carlos:

La puesta en marcha de seis nuevos juzgados "virtuales" que se encargarán de girar ordenes de arraigo, de cateos y de intervención de comunicaciones, por medio de internet, no va encaminada a tener más convictos, sino a elevar la seguridad y convivencia pacífica y ordenada en el país, aseguró el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia.

El máximo representante del Poder Judicial afirmó que el derecho penal no debe ser el principal instrumento en un Estado democrático pero debe ser eficiente, útil y contundente para combatir la delincuencia cada vez más desafiante y enconada, así como la impunidad que directa o indirectamente la alienta.


En otras latitudes los mismos juzgados fueron llamados" una herramienta que pretende ser un golpe estratégico en contra de los narcotraficantes" (ver aquí -¿a poco no suena medio jalado de las greñas?-). Apenas ando viendo de qué va el Acuerdo aprobado por el Consejo de la Judicatura Federal y recién publicado en el Diario Oficial de la Federación (disponible en PDF aquí), pero así de puro bote pronto y pa' no quedarnos con la trompa cerrada (o los dedos quietos, pues), que quede constancia que uno quisiera que estas medidas tan expeditas no solo surgieran del miedo (y de la demagogia antinarcótica), también de la sensibilidad social y las necesidades de una justicia pronta que atienda y asegure el acceso a la justicia a todes... ¿será que le cortaremos una flor de ese jardín a esta binshi judicatura?